La leishmaniosis canina es una parasitosis causada por un protozoo denominado Leishmania infantum. Leishmania infantum es transmitido por mosquitos del género Phlebotomus, concretamente en España por Phlebotomus perniciosus.
Leishmania canina
Se trata de una enfermedad compleja ya que el cuadro clínico no es generado por el protozoo, sino por la respuesta inmune del organismo frente a este parásito. Al cabo de unas semanas, el perro habrá generado dos tipos de linfocitos específicos frente a este parásito (linfocitos B y T). Los linfocitos B producen anticuerpos, los cuales, en lugar de eliminar la infección, generan daños al organismo y producen el cuadro clínico de la leishmaniosis. La respuesta mediada por linfocitos T es más eficaz frente a esta infección, pudiendo llegar a eliminarla. Los linfocitos T no producen anticuerpos (directamente actúan eliminando células infectadas). Esta enfermedad también la pueden contraerla las personas, en este caso se denomina leishmaniasis. Por ello la leishmaniasis se denomina enfermedad zoonótica (se transfiere de animales a personas). Se han identificado varias especies del género Leishmania que afectan a personas. Sin embargo, es importante señalar que el vector del parásito es el mosquito, por lo que un perro infectado no puede transmitírselo a una persona (del mismo modo que un perro infectado no puede transmitírselo a otro perro). Además, la especie Leishmania infantum no genera un cuadro clínico agresivo en las personas y, en la mayoría de los casos, la infección se supera sin grandes complicaciones.
Patogenia
La infección cursa de una forma muy particular. No es el protozoo el que realiza los daños al hospedador si no la respuesta inmune de este. Leishmania infantum es un parásito intracelular; al generar la respuesta inmune el organismo produce anticuerpos que dañan al hospedador produciendo el cuadro clínico.
Síntomas de la leishmaniosis canina
Los síntomas más evidentes son la acusada pérdida de peso (produce desnutrición) y la atrofia muscular. La leishmaniosis canina presenta diversos cuadros clínicos, pero en el 80% de los casos se manifiesta la forma cutánea. El síntoma más evidente de la forma cutánea es la alopecia (presencia de una capa de pelo seco y casposo). También se pueden observar unas grietas en el hocico. Estos son los síntomas más característicos y fáciles de observar de la leishmaniosis. Los cuadros clínicos pueden tener una amplia variedad de síntomas, pero corresponde a su veterinario la labor de identificarlos y testar una posible leishmaniosis.
Artemisia annua y la leishmainiosis
Una de las primeras aplicaciones descritas al investigar Artemisia annua fue su potencial frente a los parásitos. La doctora Tu Youyou fue galardonada con el premio Novel de medicina en el año 2015 por la identificación de la artemisinina, principio activo utilizado contra la malaria (generada por protozoos del género Plasmodium). Este descubrimiento se basó en el estudio del uso de las plantas medicinales por parte de los curanderos chinos. En estos textos, también se hace referencia a su uso para tratar la leishmaniasis con Artemisia annua.
En 1993, la artemisinina y el arteméter se propusieron como tratamiento de la leishmaniosis. Actualmente, se ha demostrado que la artemisinina es efectiva en el tratamiento de la leishmania mediante la inducción de la apoptosis de células infectadas. Debido a la actividad leishmanicida de la artemisinina se comenzó a estudiar el efecto de Artemisia annua. En 2009 se demostró su actividad leishmanicida de Artemisia annua. En 2015 se demostró que al administrar a ratones enfermos extractos de hojas y semillas de Artemisia annua durante 10 días reducían significativamente la concentración de parásitos mediante el incremento de la producción de linfocitos Th1, generando asimismo memoria en el sistema inmune para futuras infecciones. En estos estudios no se detectó citotoxicidad en macrófagos, ni toxicidad en hígado o riñones. Estos resultados sugieren que Artemisia annua tiene un gran potencial como tratamiento seguro frente a la leishmaniosis.
En 2017 se realizó un estudio con polvo de hoja seca de Artemisia annua introducida en cápsulas de gelatina. Se observó actividad leishmanicida en los amastigotes intracelulares sin ninguna citotoxicidad en macrófagos murinos. Además, cinco de seis hámsteres infectados fueron curados con cápsulas de Artemisia annua (500 mg/kg/día durante 30 días). También se curaron dos pacientes humanos con estas cápsulas (30 g, 45 días) sin ningún efecto secundario.
Es evidente que la artemisinina no es el único componente presente en Artemisia annua con actividad leishmanicida. Alcanfor, β-cariofileno y óxido de β-cariofileno son candidatos para contribuir a esta actividad.
Síntomas de la leishmania.
A continuación te exponemos una tabla con los principales síntomas de la enfermedad.
Sistémicos-generales |
Anorexia, pérdida de peso, mala condición corporal
Poliuria-polidipsia Hipertermia-fiebre Letargo Intolerancia al ejercicio Linfadenomegalia periférica Esplenomegalia |
Hepatomegalia
Ascitis Palidez de mucosas Cojera y tumefacción articular Epistaxis Palidez de mucosas Atrofia muscular |
Piel y uniones mucocutáneas |
Dermatitis descamativa
Dermatitis ulcerativa Dermatitis papular Dermatitis nodular |
Lesiones en plano nasal (pénfigo-lupus like)
Hiperqueratosis nasodigital Onicogriposis |
Oculares |
Blefaritis
Conjuntivitis Queratoconjuntivitis Queratitis y granulomas corneales Uveítis (anterior, posterior) |
Escleritis, epiescleritis
Lesiones orbitales Panoftalmitis Glaucoma |
Otros menos frecuentes |
Neurológicos
Musculares-locomotores Gastrointestinales |
Cardiovasculares |
Referencias
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